viernes, 10 de agosto de 2007

¡Ruptura, Rebelión y Socialismo!

Segundo manifiesto a la Juventud en el II Copngreso Nacional de la JCM.

A nuestra generación corresponden tareas como a los que lucharon en 1810 y 1910

A la juventud que trabaja, estudia y lucha,

A la juventud que resiste y se organiza,

A la juventud mexicana:


Los jóvenes comunistas nos reunimos en nuestro II Congreso Nacional, después de que en Enero del 2005 ganamos nuestro derecho a existir, luchar y proponer. El periodo que nos separa de nuestro Primer Congreso es corto pero muy rico en experiencia y actividad.

Este periodo nos ha permitido confirmar nuestra identidad y lo que dijimos al nacer: ¡Estos son los tiempos de la Revolución!.

En primer lugar nos probamos al expulsar en una reunión al ideólogo del sistema de partidos Porfirio Muñoz Ledo, y adelantar la necesaria ruptura con la clase política, que algunos meses después se vería como una premisa para iniciar un camino transformador.

Meses después suscribiríamos la Sexta Declaración de la Selva Lacandona que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional nos propuso. Y por ello participamos desde el primer momento en La Otra Campaña y en el recorrido de la Comisión Sexta.

Y vimos que no somos los únicos rebeldes e insumisos; que es muy grande la resistencia; y que los que se adaptaron, se integraron solo dominan las pantallas de televisión, porque en los pueblos, escuelas, fabricas, calles, ciudades hay verdadera lucha contra el sistema capitalista.

Con La Sexta Declaración de la Selva Lacandona tenemos un total acuerdo y su práctica ha permitido que en todo México se identifique al enemigo común, que no solo es el PRI, PAN o PRD, que no es solo fulano o sutana presidente, gobernador o diputado, que no es solo tal o cual empresa, que no es el consumo de tal o cual producto o la ausencia de un comercio justo, sino que el gran problema que tenemos que afrontar los de abajo es un sistema que se basa en la explotación del hombre por el hombre, en la propiedad privada de los medios de la producción y del cambio.

Pero ya Carlos Marx nos enseñó que no basta interpretar el mundo. Y lo que escuchamos es que hay una decisión de transformar nuestra patria; ¡Hasta morir si es preciso! Decimos todos.

Nadie lo duda, este sistema, la dictadura de clase de la burguesía ejercida por la clase política, por los partidos registrados, la funesta institucionalidad sustentada en la represión, serán derrocados.

¿Pero quien hace la Historia?, ¿Quién inicio la lucha por la independencia, quien la Revolución que derroco al dictador Porfirio Díaz? Es verdad el papel del Padre Hidalgo, de Morelos, de Guerrero; Es verdad el papel de Ricardo Flores Magón, el de Zapata, el de Villa; Y ellos son un ejemplo inmortal para los adversarios de la opresión y partidarios de la libertad; pero si ellos fueron es porque la historia la hacen los pueblos, las masas insurgentes.

Y todo empieza, como no lo ha explicado varias veces nuestro camarada el Subcomandante Insurgente Marcos, en el subsuelo; cuando uno se empieza a juntar con otro, con otros y organizados empiezan a crecer. Que este trabajo es lento, paciente, sin tregua, sin descanso. Organizarnos es reconocernos en colectivo. Los jóvenes comunistas de México podemos y debemos aportar una experiencia histórica en ese terreno.

Los marcos de nuestro Segundo Congreso son precisamente aquellos que indican las vísperas de una Rebelión Nacional Anticapitalista, un levantamiento simultaneo, cronometrado y organizado del México de abajo para enterrar al capitalismo. No nos cabe la duda de que la actual generación de jóvenes mexicanos vivirá horas terribles y maravillosas al lado de la clase trabajadora del campo y la ciudad, de los pueblos indios, de las mujeres, de las organizaciones de la izquierda revolucionaria.

En Oaxaca, Chiapas, en el Sureste, en la Ciudad de México, en el Norte, en las selvas, las montañas, los pueblos y ciudades de la patria mexicana se levanta un clamor que preludia precisamente conmociones transformadoras como las que toco protagonizar a los insurgentes en 1810 y a los revolucionarios de 1910: La hora de los de abajo indican las manecillas del reloj histórico de México.

No creemos que ese honor nos corresponda por ser jóvenes, tampoco creemos esa rudimentaria tesis de que la única historia que vale es la que uno vive, de que la historia empieza cuando uno nace. ¡No! Lo único que reconocemos es que vivimos un periodo de crisis en que las llamadas condiciones objetivas están dadas para propiciar un levantamiento, ya que las condiciones subjetivas se desarrollan rápidamente, precisamente ésa es una de nuestras tareas fundamentales, acelerar las condiciones subjetivas para el levantamiento. Independencia y soberanía están por perderse; las condiciones de explotación, precarización del trabajo; despojo, represión y desprecio son ya insoportables; los de arriba ya no pueden gobernar y la insumisión avanza. Lo que creemos es que en tales condiciones es necesario intervenir organizadamente para no perder; para que los que apuestan por la recomposición de la democracia representativa no secuestren ni se aprovechen de la ola rebelde que esta por desatarse una vez que las voces del pueblo trabajador han dicho que ya no pueden seguir las cosas así. Como comunistas, como revolucionarios sabemos que puede pasarnos la vida y no vivir la experiencia de la Revolución, y entonces solo aportar lo que corresponda; pero en ocasiones toca vivir esa experiencia.

Sabemos de esa responsabilidad y que la fiesta de los oprimidos, el momento en que se rompen las cadenas de la explotación, en que irrumpe lo nuevo es difícil, y aunque cerca el camino es arduo.

Nos acompaña en estos momentos la reflexión y acción de los bolcheviques y de Lenin que hace 90 años concretaron la Gran Revolución Socialista de Octubre. En sus prolegómenos Vladimir Ilich reflexionaba que si ya la revolución estaba en boca de todos, si todo el mundo hablaba de ella, entonces esta de alguna manera existía. Es cierto además y sobre todo estaba un partido de la clase de vanguardia, disciplinado, armado de la teoría del socialismo científico, templado en la lucha contra el oportunismo, la guerra y la autocracia, con analisis concreto de la realidad concreta. Esa experiencia universal no puede ser desaprovechada en nuestra lucha.

También nos acompañan los pasos que hace 40 años guiaban al Che y sus compañeros en Bolivia. El Che es el ejemplo del comunista. Para nosotros es la fuente inagotable de la mujer y hombre nuevo que aspiramos ser.

Somos jóvenes que nos identificamos por nuestra bandera roja con la hoz y el martillo, convencidos del socialismo como perspectiva anticapitalista. Con las ideas de Marx, Engels y Lenin nos armamos y nuestra historia es la de las luchas proletarias.

Tenemos muchas tareas; miramos al Partido de los Comunistas como nuestro referente político de clase; Miramos al EZLN y la COPAI-México como el referente de lucha de nuestro pueblo; miramos a La Otra Campaña como nuestras compañeras y compañeros; y miramos nuestra época, como una de grandes cambios revolucionarios.

¡Viva la Rebelión Nacional Anticapitalista!

II Congreso Nacional de la JCM

“Ruptura, Rebelión y Socialismo”

¡Sólo en el Socialismo Otro Mundo es Posible¡

Guadalajara, Jalisco 3, 4 y 5 de Agosto de 2007

ESTOS SON LOS TIMEPOS DE LA REVOLUCION

Primer manifiesto de la JCM

Estos son los tiempos de la Revolución

Ha iniciado el Siglo XXI, vislumbrado con gran esperanza desde varias ópticas, desde las obras literarias, inclusive, se le preveía con un gran potencial tecnológico y el desarrollo que traería por si, el bienestar de la humanidad. La realidad es otra. Un nuevo fascismo que ha declarado al mundo la guerra, proclamando ser el poseedor de la verdad absoluta, el guardián de la democracia, amenaza al planeta con la extinción de la especie. El imperialismo norteamericano nos amenaza con un nuevo Reich y ocupa el lugar trágico que a mediados del siglo XX ocupo el nazi-fascismo. Más de 1300 millones de personas viven en el mundo en extrema pobreza. El medio ambiente es afectado en grado irreversible y nos acercamos a un punto donde la afectación de este hará imposible la vida en la tierra. En búsqueda de nuevos mercados, de recursos naturales necesarios para la sociedad de consumo se lanzan agresiones militares como la reciente contra Afganistán e Irak. Inclusive la tendencia entre los bloques del capital a una guerra interimperialista es cada día más obvia. La capacidad destructiva del sistema de dominación imperialista es simplemente pavorosa. El desempleo aumenta y la esperanza de vida desciende. La cultura universal y las oportunidades de estudio son vetadas para las masas. La tesis marxista de que en el capitalismo el mayor problema de la juventud es la incertidumbre, es contundente en estos tiempos. África esta como continente en la primera fila de la amenaza neomalthusiana. La privatización nos arranca los espacios públicos y los aparatos ideológicos de dominación burguesa pretenden uniformar nuestro pensamiento con características de individualismo, sumisión, apatía, así como evadirnos de la realidad. ¡No somos códigos de barras! ¡No somos mercancías! ¡Contra este mundo nos rebelamos los jóvenes comunistas! ¡Somos insumisos frente a la muerte, la miseria, la injusticia! ¡No iremos voluntariamente al ruedo a que los leones nos devoren!.

Jóvenes comunistas en el siglo XXI para que la vida sea plena, dispuestos a combatir contra la explotación del hombre por el hombre y portando la bandera de la humanidad por su definitiva emancipación.

Nuestro movimiento ha iniciado en 1847 con el Manifiesto Comunista aquel grito de batalla histórico, con vigencia plena, lanzado por Carlos Marx, un joven de 28 años, y Federico Engels, de 27. Al mismo tiempo en el país que nos toco vivir se producía una invasión que mutiló nuestro territorio y que fue resistida con heroicidad por todo el pueblo, pero particularmente por la juventud. El territorio que nos fue arrebatado con las ricas minas de oro en California, las productivas tierras, la riqueza petrolera en Texas, permitieron el desarrollo del capitalismo norteamericano y su entrada temprana en la fase imperialista.

En 1871, con la Comuna de Paris, la clase obrera demostró la viabilidad de su proyecto de que un mundo sin reyes, ni amos, ni patrones es posible. De la derrota se extrajeron lecciones que, junto con las condiciones objetivas necesarias prohijaron la Gran Revolución Socialista de Octubre en 1917, con la dirección de Lenin y los Bolcheviques. Un nuevo mundo se abrió paso. Sus conquistas son inmortales. La derrota del fascismo, la descolonización del mundo, la puesta en pie del pueblo chino. La solidaridad que permitió un movimiento antiimperialista de gran alcance. En 74 años se mostró lo que el género humano puede hacer en todos los terrenos cuando sus potencialidades se liberan. Yuri Gagarin es solo una muestra de la sociedad que ahí se produjo, sin olvidar la sangre de más de 20 millones de soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial. Hace 60 años ondeo la bandera roja del proletariado sobre el Reichstag. La bestia fascista que amenazo al mundo fue derrotada con el esfuerzo de los comunistas de todos los países, desde el Ejército Rojo, los partisanos, las guerrillas antifascistas, y en todas las resistencias.

Instrumentos de gran valor como la Federación Sindical Mundial y la Federación Mundial de la Juventud Democrática, se levantaron con claridad singular para organizar a los trabajadores y a los jóvenes por la paz, la solidaridad antiimperialista. La FMJD ha organizado desde entonces el movimiento de los Festivales y en cada cita se han producido imborrables compromisos de nuestra justa lucha. La FMJD juega hoy un rol indispensable para globalizar nuestras luchas. El movimiento de los Festivales, como espacio antiimperialista y la más alta tribuna de la juventud del mundo.

Este, nuestro Congreso fundacional, es el saludo de la Juventud Comunista de México al 60 aniversario de la derrota del fascismo y de la formación de la FMJD. Desde aquí rendimos homenaje al pueblo soviético, al Ejército Rojo. Lanzamos con renovado fervor la consigna de la FMJD: ¡ La juventud unida, adelante por una paz duradera!. Nos comprometemos con el juramento de la FMJD de 1945, con la organización de una gran y amplia delegación de la juventud mexicana en el XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes a realizarse en Caracas, República Bolivariana de Venezuela en Agosto del año presente.

Como jóvenes comunistas reivindicamos, hoy más que nunca, la solidaridad y el internacionalismo con las luchas de los pueblos. En primer lugar con la Revolución Socialista en Cuba, con la UJC que protagoniza la batalla de las ideas, movimiento sin par para materializar las ideas justicieras del socialismo. Nos pronunciamos contra el bloqueo y las amenazas militares imperialistas. La Juventud Comunista de México no dudará un segundo si Cuba Socialista es agredida.

Nuestra solidaridad esta también con el pueblo iraquí que resiste crecientemente al invasor. Exigimos la inmediata salida de las tropas yanquis y los fantoches que acompañan esa aventura. Solo el pueblo de Irak tiene derecho a elegir su futuro.

Es nuestro compromiso con Palestina, con sus jóvenes combatientes. ¡Palestina será libre ¡

América Latina es una tierra de rebeldes. No seremos anexados al designio yanqui. El ALCA no pasará. Somos parte de un movimiento que sabrá impedirlo al tiempo que propiciará la real integración de pueblos hermanados por objetivos comunes. En ese contexto la reciente suscripción del ALBA entre la República de Cuba y la República Bolivariana de Venezuela es un camino a seguir.

Estamos al lado de la Revolución Venezolana, que inicia su camino en medio de la hostilidad cotidiana del imperialismo. Compartimos el proceso social que protagoniza ese hermano pueblo y nos ponemos en las filas de quienes defienden a los hijos de Bolívar.

Es también este Congreso, la oportunidad para ratificar nuestra solidaridad con las FARC-EP, vanguardia de la Revolución Colombiana, y soporte fundamental para impedir el ALCA, objeto de la agresión desmedida del imperialismo. Simón Trinidad y Ricardo Granda son ejemplos de la moral de un comunista frente a sus adversarios históricos, indoblegables, hombres como los descritos por Nikolai Ostrovski.

Nuestra generación ha sido forjada en la resistencia. Éramos niños, cuando en 1989 sobrevino una contrarrevolución en los países socialistas. La desideologización fue proclamada permanente y el fin de la historia se anunció. Crecimos escuchando que no había lugar para las alternativas. Toda lucha antineoliberal fue sofocada. La fuerza de los argumentos del imperialismo, parecían irrebatibles. En 1997 empezaron a soplar otros vientos, los del cuestionamiento radical al orden mundial imperialista. No fuimos dominados por la propaganda. Las ideas marxistas-leninistas confrontaron exitosamente a sus detractores. En 1999 en todas partes se libraron batallas fundamentales contra el engranaje de la dominación capitalista. En Seattle inicio una revuelta global contra el neoliberalismo. Al mismo tiempo en nuestro país se articulaba la lucha contra la privatización de la educación superior y de la electricidad. Los objetivos neoliberales fueron evitados, y el movimiento ahí gestado trasciende exitosamente hasta hoy. Es a ese torrente que queremos contribuir. En medio de la lucha nacemos, ahí queremos desarrollarnos.

Somos jóvenes comunistas porque queremos la liberación de nuestro pueblo y de la humanidad. Somos patriotas e internacionalistas.

En el centro de nuestro objetivo esta la Revolución. No estamos interesados en adornar al sistema caduco, queremos derribarlo y enterrarlo.

Como jóvenes comunistas luchamos por una sociedad socialista. Lo hacemos con la convicción de la teoría de Marx, Engels y Lenin. Estamos convencidos de la necesidad de la supresión del capitalismo y sus formas sórdidas de explotación y dominación.

Identificamos al Partido de los Comunistas, como el partido de la clase obrera, el partido de la revolución, el partido del socialismo. Con el queremos ligar nuestra lucha, compartimos su programa y su estrategia y táctica.

Nacemos porque la juventud de México ha luchado históricamente. En todas las luchas revolucionarias se ha entregado generosamente. Desde este nuestro Congreso Fundacional rendimos homenaje a los jóvenes que hace 30 años, el 23 de septiembre de 1965, intentaron tomar el Cuartel Madera en Chihuahua. Arturo Gámiz, Pablo Gómez, dirigiendo a un núcleo de jóvenes revolucionarios levantaron la bandera del socialismo y proclamaron la necesidad de expulsar a la burguesía del poder. Compartimos sobre todo su consecuencia, “cuando toda la conciencia a la realidad impugna, ya no se piensa en la vida solo se piensa en la lucha”.

Hemos dicho que el mundo que nos toco vivir debe ser cambiado. El Comandante Fidel Castro ha expresado una idea que compartimos, “de las grandes crisis, vendrán las grandes soluciones”. Esta crisis terminal del capitalismo será superada con la solución del socialismo.

El socialismo será creación heroica de la clase obrera y el pueblo. Ese objetivo requiere la organización de las masas. Por ello en la Juventud Comunista de México, queremos trazarnos objetivos que se correspondan con nuestro objetivo.

El movimiento estudiantil mexicano tiene la necesidad de la unidad. Nos proponemos contribuir a ello. La unidad del movimiento universitario y secundario. Un movimiento estudiantil nacional, unido, democrático, asambleario. Un movimiento con objetivos antiimperialistas, comprometido con la liberación nacional y social.

Nos proponemos reforzar el movimiento popular contra el neoliberalismo, articulando la propuesta radical de oposición al régimen capitalista.

Nos proponemos luchar al lado de los jóvenes por sus derechos y reivindicaciones.

Proponemos a todos los jóvenes, para la plena materialización de estos objetivos, ingresar a la Juventud Comunista de México, ha ocupar un lugar en la lucha contra el imperialismo. Ha fortalecer la lucha por un mundo socialista.

Nuestra lucha emana de que sentimos las injusticias cometidas contra cualquiera en cualquier parte del mundo como nos lo planteó el Comandante Ernesto Che Guevara.

Al mismo tiempo que realizamos nuestro Congreso, miles en representación de millones están reunidos en el Foro Social Mundial, junto con ellos decimos, ¡Sí, otro mundo es posible!, ¡Sólo en el socialismo otro mundo es posible!

La lucha continua…


¡Vivan las ideas socialistas y el proyecto comunista!

¡Viva la juventud mexicana!

¡Viva el Partido de los Comunistas!

ESTATUTO DE LA JUVENTUD COMUNISTA DE MEXICO

CAPITULO I

DEFINICIÓN, FINES Y OBJETIVOS


ART. I. La Juventud Comunista de México es una organización juvenil de masas, autónoma, combativa y revolucionaria que agrupa a todos los jóvenes que están dispuestos a cambiar este país, tributario del imperialismo desde el punto de vista financiero y cuyo territorio es paraíso de extranjeros y campo de concentración de mexicanos, por una patria liberada y una nación soberana donde impere la fraternidad humana, el progreso social y la democracia verdadera. Es una organización que inspira su actividad en la doctrina Marxista–Leninista en la lucha contra la explotación capitalista y por el socialismo.

ART. 2. La Juventud Comunista de México es una organización independiente del poder público, de los explotadores y del imperialismo, pero que ha aceptado por la decisión unánime de sus miembros la orientación ideológica, política y programática del Partido de los Comunistas, a cuyas luchas esta indisolublemente ligada, manteniendo en todo tiempo su autonomía en relación con sus formas organizativas de carácter interno lo mismo que en la toma de sus resoluciones y acuerdos.

ART. 3. Los objetivos fundamentales de la organización son: reconquistar la independencia nacional y recuperar la soberanía de nuestro pueblo; abolir la dictadura neoliberal y con ella la explotación capitalista; contribuir a la revolución y a la construcción del socialismo; coadyuvar con el Partido de los Comunistas y con la clase obrera y ser un medio en la edificación de un Estado proletario que se proponga garantizar el desarrollo independiente de nuestro país, la cancelación del Tratado de Libre Comercio y del pago de la deuda externa, la elevación sistemática de los niveles de vida del pueblo mediante la distribución socialista de la riqueza, y que establezca relaciones solidarias y fraternales con todos los pueblos que luchan por su liberación nacional, por el progreso social y el socialismo; contribuir a la derrota mundial del imperialismo, luchando contra el colonialismo, el fascismo y la guerra.

ART. 4. Relevante importancia tiene para la Juventud Comunista de México la lucha por los derechos históricos y concretos de la juventud de México y del mundo aunque sabe que solo se alcanzaran plenamente en el socialismo. Para el logro de esos objetivos la Juventud Comunista de México promoverá la unidad entre los jóvenes comunistas, y entre estos y los estudiantes, los jóvenes obreros, campesinos e indígenas como instrumento indispensable para alcanzar sus metas. Así mismo, promoverá la relación fraternal entre todos los jóvenes progresistas del planeta por conducto de la Federación Mundial de la Juventud Democrática y participará de manera entusiasta en los Festivales Mundiales de la Juventud y los Estudiantes.

ART 5. El emblema de la organización es: Una hoz y un martillo de color amarillo, con las siglas JCM del mismo color en su base, incrustadas dentro de un mundo de color rojo y contornos de color negro. En su circunferencia aparece el lema de la organización con letras rojas.

El lema: ¡Sólo en el socialismo otro mundo es posible!

Los himnos: “La internacional” y el “Himno de la Juventud Comunista de México”.

Las siglas: JCM







CAPITULO II

Del ingreso, las obligaciones y los derechos.

ART. 6. Tienen derecho a ingresar a esta organización los jóvenes que luchen en el territorio nacional entre los 14 y 30 años de edad que acepten de manera libre los documentos básicos y las características de la organización ya descritas en el capitulo I y que estén dispuestos a convertirse en la reserva de la clase obrera y su partido, a formarse en el seno de esta organización desde le punto de vista ideológico y político como cuadros revolucionarios del futuro, y convertirse en activistas entusiastas de las causas y objetivos que la Juventud Comunista de México plantea.

ART .7. Son obligaciones de todos los miembros:

- Acatar las resoluciones de sus colectivos de base y de los organismos superiores
- Cumplir y procurar el cumplimiento de los estatutos, programa y declaración de principios de la organización.
- Prestar solidaridad y apoyo a sus compañeros
- Desempeñar con entusiasmo las tareas que se les confieran
- Prestigiar con su conducta diaria a la organización a que pertenecen
- Pagar las cuotas correspondientes al sostenimiento de la organización, así como las extraordinarias, destinadas a la solidaridad internacional.


ART. 8. Son derechos de los miembros:


- Expresar libremente sus opiniones en los colectivos de base y en las instancias superiores en donde les corresponda actuar.
- Presentar todas las iniciativas que en su opinión puedan mejorar el funcionamiento de la organización.
- Sentirse parte de una gran fraternidad juvenil a nivel nacional e internacional.
- Recibir ayuda solidaria de sus compañeros, tanto en sus tareas políticas como en sus problemas de carácter personal.
- Votar y ser votado para todos los cargos previstos en las diferentes instancias de la organización.


CAPITULO III

De la estructura:

ART. 9. El principio que anima la estructura organizativa de la JCM es el del Centralismo Democrático, que permite combinar la libertad de expresión y de iniciativa con la unidad de acción. En los marcos de esta concepción Leninista de la organización revolucionaria los jóvenes podrán presentar todos los proyectos y todas las ideas que se refieran a los objetivos presentes y futuros de la organización lo mismo que a la estrategia y la táctica que se empleen para conseguirlos. También se tiene el derecho de disentir de las opiniones presentadas por otros miembros de la organización lo mismo que ejercitar la crítica y autocrítica revolucionaria; pero una vez tomado un acuerdo sobre un asunto determinado todos tienen la obligación de actuar en los términos de la resolución aprobada independientemente de las posiciones que hayan adoptado durante el debate. Este método se refiere a la más elevada democracia que pueda existir en una organización y consiste, concretamente, en que las minorías acaten la decisión de las mayorías y que los organismos inferiores obedezcan las resoluciones dictadas por los superiores. En todo caso, tanto las minorías como los organismos inferiores podrán acudir ante las instancias correspondientes para que se aclare o revoque una determinada resolución, pero entre tanto cumplirán con las obligaciones que aquella les imponga.






ART. 10. La estructura general de la Juventud Comunista de México en el orden jerárquico, de arriba hacia abajo, es la siguiente:


1.- Congreso Nacional
2.- Comité Nacional
3.- Secretariado del Comité Nacional
4.- Comités intermedios
5.- Colectivo Juvenil de Base


ART. 11. El Congreso Nacional es la autoridad máxima de la Juventud Comunista de México. Se reúne cada dos años y se integra por los delegados de los Colectivos Juveniles de Base, electos democráticamente en reuniones convocadas para tal fin por el Comité Nacional en la proporción que indique la convocatoria respectiva.

ART. 12. Son facultades del Congreso Nacional:

1.- Aprobar y modificar el programa y los estatutos de la Juventud Comunista de México

2.- Establecer la línea política desde el punto de vista de la estrategia y la táctica, que permita precisar los objetivos de la organización, los métodos y procedimientos para alcanzarlos, ubicando correctamente a los aliados y a sus enemigos.

3.- Resolver los recursos de inconformidad que interpongan los organismos y los militantes en contra de acuerdos y resoluciones dictados por las instancias intermedias.

4.- Garantizar de manera permanente la práctica de la crítica y la autocrítica.

5.- Resolver sobre todas las iniciativas presentadas por los integrantes de la organización.

6.- Dictar las normas generales que rijan las relaciones internacionales de la organización.

7.- Tomar los acuerdos que permitan aplicar en el ámbito juvenil las resoluciones y orientaciones del Partido de los Comunistas

8.- Elegir a los miembros del Comité Nacional en el número que previamente acuerde y bajo el procedimiento democrático establecido en el reglamento interno del congreso.

9.- Elegir en el número que previamente acuerde a los suplentes del Comité Nacional.


ART. 13. El Comité Nacional es la autoridad máxima de la Juventud Comunista de México en el intervalo de dos Congresos, se integra con el número de militantes que elija el Congreso Nacional. Se reúne cada cuatro meses como máximo en la sede que indique la convocatoria correspondiente.

ART. 14. Son facultades del Comité Nacional:


1.- Tomar las medidas políticas y administrativas para cumplimentar debidamente los acuerdos y resoluciones del Congreso Nacional.

2.- Resolver con base en los documentos básicos y en las resoluciones del Congreso Nacional todas las cuestiones importantes que conciernen a la Juventud Comunista de México desde el punto de vista internacional, nacional y local.

3.- Dirigir el trabajo político, ideológico y organizativo de la Juventud Comunista de México y administrar los recursos financieros.

4.- Convocar a las asambleas regionales o de rama para que elijan un Comité Intermedio, coordinador de las actividades de los Colectivos Juveniles de Base que actúan en una región, escuela o centro de trabajo cuando así lo soliciten dichos colectivos.

5.- Elegir entre sus miembros al Secretario General y demás integrantes del Secretariado

6.- Nombrar las comisiones necesarias para atender los trabajos permanentes y extraordinarios de la organización.

7.- Nombrar al director del órgano central de difusión.

8.- Resolver en primera instancia sobre los recursos que se presenten en contra de acuerdos y resoluciones tomados por los organismos intermedios y los Colectivos Juveniles de Base.

9.- Promover a la calidad de miembros activos de dicho Comité a los suplentes electos por el Congreso.

10.- Remover a los miembros del Comité Nacional cuando incurran en la deslealtad o en el abandono de sus tareas.

11.- Ingresar o retener en la organización a aquellos compañeros cuyo trabajo se considere como necesario para el fortalecimiento, desarrollo y crecimiento de la JCM independientemente de su edad.

12.- Tomar las medidas que sean necesarias para hacer frente a una situación especial, imprevista o grave. Informando en su oportunidad al Congreso.

13.- Decidir el número de miembros necesarios para concretar el quórum en sus reuniones.

ART. 15. Entre las reuniones del Comité Nacional la máxima autoridad de la Juventud Comunista de México es el Secretariado del Comité Nacional que se integra con el número de militantes que elija dicho Comité por voto directo. Se reúne de manera permanente.


ART. 16. Son facultades del Secretariado:


1.- Atender los asuntos cotidianos y desarrollar la política de la Juventud Comunista de México en consonancia con los acuerdos de las instancias superiores.

2.- Convocar a los trabajos del Comité Nacional y preparar los materiales de discusión.

3.- Distribuir entre sus miembros las tareas permanentes y extraordinarias que le correspondan, y dirigir el trabajo de las comisiones designadas por el Comité Nacional.

4.- Decidir el número de miembros necesarios para concretar el quórum en sus reuniones.

5.- Convocar a encuentros, campamentos, festivales nacionales y escuelas de cuadros que se consideren pertinentes en un marco anual.


ART. 17. Son obligaciones del Secretario General:

1.- Convocar y coordinar los trabajos del Secretariado.

2.- Preparar los materiales de discusión del Secretariado.

3.- Representar en unión con el secretario que corresponda al Secretariado, al Comité Nacional y a toda la JCM en sus relaciones con las organizaciones nacionales e internacionales.

ART. 18. Los Comités Intermedios se eligen a convocatoria del Comité Nacional promovida por los Colectivos Juveniles de Base para que asuman tareas de coordinación y trabajo donde actúan varios de aquellos Colectivos, trátese de un barrio, de una región o de una actividad determinada, estudiantil, laboral, deportiva o cultural que amerite su organización como rama o especialidad.

ART. 19. Los Colectivos Juveniles de Base se integran con 3 o más jóvenes, que decidan actuar juntos en un centro laboral o educativo, o en un barrio o comunidad el país. Su dirección es colectiva y de común acuerdo se deciden sus objetivos y actividades enmarcadas dentro de lo que establece los documentos básicos de la organización y los acuerdos y resoluciones de sus organismos superiores. Las facultades de los Colectivos Juveniles de Base son:

1.- Representar plenamente a la Juventud Comunista de México en los barrios, escuelas o talleres donde actúen.

2.- Estudiar de manera permanente y colectiva los documentos fundamentales de la organización, la doctrina del Marxismo – Leninismo, la historia de México, los documentos y las tesis del Partido de los Comunistas.

3.- Analizar permanentemente a la luz de la línea política de la organización juvenil los acontecimientos internacionales, nacionales y locales.

4.- Llevar a la práctica el programa de la organización y cumplir los acuerdos y resoluciones de los organismos superiores, ajustando su actividad a las condiciones específicas del lugar donde actúan.

5.- Formular de manera creadora todas las tesis que consideren importantes para el desarrollo de la organización juvenil en su conjunto y el cumplimiento de sus objetivos.

6.- Difundir entre todos los jóvenes las ideas del socialismo, de la democracia, del progreso social y de la independencia nacional.

7.- Realizar actividades culturales, deportivas y recreativas donde se incluya a todos los jóvenes independientemente de su credo religioso, de sus posiciones filosóficas y de su militancia política.

8.- Nombrar delegados al Congreso Nacional en la proporción establecida en la convocatoria correspondiente.




CAPITULO IV

De la disciplina interna

ART 20. Ingresar o abandonar las filas de la Juventud Comunista de México son actos que corresponden a la voluntad libre y espontánea de los jóvenes mexicanos. Por esa razón la conducta de los integrantes de esta organización, el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes son cuestiones inherentes a la conciencia revolucionaria de cada uno de ellos. Por tanto, están excluidas en nuestra organización los actos represivos y punitivos, lo mismo que las sanciones correctivas.

Serán separados de su responsabilidad aquellos dirigentes que por abandono o negligencia dejen de cumplir, con grave daño de la organización, con las tareas que les fueron encomendadas.

Igualmente serán separados de la organización aquellos militantes que la desprestigien o la pongan en riesgo de desaparecer.

El criterio que prevalece en esta materia no es el de castigar sino el de preservar la existencia y las funciones de la Juventud Comunista de México.

CAPITULO V

De los pioneros.

ART 21. La Juventud Comunista de México organizará en coordinación con el Partido de los Comunistas, a los niños menores de 14 años en una institución denominada: Los Pioneros. Quienes dentro de sus actividades infantiles serán educados en el patriotismo, el internacionalismo, la democracia, las ideas y valores del socialismo.

II Congreso Nacional de la JCM

“Ruptura, Rebelión y Socialismo”

¡Sólo en el Socialismo Otro Mundo es Posible¡

Guadalajara, Jalisco 3, 4 y 5 de Agosto de 2007